Suena el teléfono es la voz del homicida
Fétido su aliento, la violencia su salida
Amendrenta, amenaza, se alimenta de lavaza
Con el miedo de sus víctimas se hincha su panza
Escupe su deseo de convertirte en un reo
La rabia lo consume y el se ahoga su braseo
Mejor prestar atención a la advertencia
país de malos, le temen al bravuqueo
Pero tu no, no has sido hecha pa eso
Sabes que sus palabras no tienen ningún peso
Ese hijueputa es un peón, un sirviente, un desecho
Sus palabras son vacías y no tienen ningún peso
Levanta tu cabeza, hermana, guerrera
Recoge el estandarte, defiende tu bandera
A los que desfallecen tu la carga aligeras
Eres llama incandescente, una fiera mi ñera
Muéstrale los dientes la furia incontenible
Muéstrate a ti misma, que los sueños no claudiquen
No es malo caer, volver a tropezarse
Si con la misma fuerza vuelves a levantarte
Largo es el camino que nos queda por andar
al lado del fuego una historia pa contar
El futuro que te espera también trae cosas
bellas
Así dijo el oráculo agarrado a la botella
Y si de vez en cuando la tristeza visita
Si aparece en tu puerta sin haber sacado cita
Respóndele a la cara altiva y orgullosa
Ya viví mil muertes, de todas soy victoriosa
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